viernes, 22 de octubre de 2010

"COBARDE O VALIENTE" SU SOLEDAD EN DESCANSO

En situaciones de agonía por los falsos amores con quienes nos encontramos en esta vida en ciertas ocasiones pensamos en quitarnos la vida para demostrar el amor que sentimos, pero realmente el quitarnos la vida será ¿realmente lo que queremos? ó solo es una excusa que tenemos para no poder aceptar la angustia de perder a un ser amado por un simple amor no correspondido existieron grandes personas, poetas que lograron realizar dicha “hazaña” o dicha “cobardía”.

Medardo Ángel Silva fue uno de estos grandes personajes en la historia de nuestro Ecuador quien cometió este acto dichos por mucho un cato cobarde pero por otros un acto de valor por su amada. Nació en Guayaquil el 8 de junio de 1898, y murió el 10 de junio de 1919 en la misma ciudad. Escritor, poeta, músico, compositor ecuatoriano, es considerado el mayor representante del modernismo en la poesía ecuatoriana fue un joven de la clase baja de Guayaquil, que logró cierto reconocimiento por su trabajo como periodista desde los 17 años (aproximadamente, cuando abandonó sus estudios en el colegio Vicente Rocafuerte) hasta su muerte, a los 21. Tra y bajó en imprentas pequeñas y luego colaboró en varios semanarios y revistas. Posteriormente, llegó a trabajar en el diario El Telégrafo, en la página de literatura, donde pudo publicar varios poemas y relatos cortos.

Desde muy joven se destacó por sus composiciones literarias, pese a que su obra se hizo realmente conocida después de su muerte. Además, sabía interpretar obras musicales, gracias a la amistad que tenía con los padres agustinos en cuyo convento practicaba el piano.

Su poesía era hasta cierto punto romántica. Aun así, tenía las características de un modernismo que había llegado tardíamente al Ecuador y que estaba a punto de expirar en Europa, gracias a la influencia de la revolución rusa y el advenimiento del marxismo. Después de su muerte sus poemas se publicaron en Francia1926.

Se despidió de su madre al parecer, desde tempranas horas de la mañana, el poeta no se sentía bien de salud, como presintiendo que la hora de la pasión estaba por llegar. Pero aún así fue a trabajar a la redacción de diario El Telégrafo, donde sus compañeros no vieron nada extraño en él. Horas después, el poeta acudió a su casa y como de costumbre esperó hasta la noche para salir de nuevo. Cerca de las 19:30 se despidió de su madre Mariana Rodas, quien dijo con gran consternación que le dio un fuerte abrazo y un beso en la frente  acompañada de una sonrisa para tratar de ocultar su dolor de dejar sola a su madre y a su abuela. Luego se dirigió a la casa de su prometida ubicada a una cuadra de su domicilio.

Una vez en el hogar de su novia, Medardo fue atendido por la mamá de ella, pero él solo pidió hablar reservadamente con su hija unos pocos minutos. Ya frente a frente y mirándola a los ojos como queriéndola convencer de que estaba frente al POETA MEDARDO ÁNGEL SILVA, solo alcanzó a decirle unas pocas frases al oído, pero ella no se inmutó para nada y luego se escuchó la detonación final, no del beso esperado, sino del trágico balazo.

Después del estruendoso disparo, vecinos de la zona llamaron a la madre del poeta que a la voz de "imposible" se dirigió de inmediato donde se encontraba su hijo y lo tomó en sus brazos, pues el poeta todavía agonizaba y después de ponerle una almohada en su cabeza falleció.

Recuento Poético de su Vida

El siguiente artículo fue publicado en Guayaquil, el 14 de octubre de 2009 por Óscar Reyes.

"Con apenas 21 años y un amor no correspondido, entendió que después del amor no existe nada, solo la silenciosa muerte. Considerado después como uno de los poetas "decapitados", su historia de muerte de crónica roja se convirtió en un poema rojo, como la sangre de los que viven para morir, en este caso por amor.
"...El día en que me faltes me arrancaré la vida." Así termina una de las estrofas del poema que dedicó a su enamorada dos días antes del fatal suceso, sin pensar que cumpliría con su compromiso.

En cuestión personal realmente este poeta denominado dentro de los poetas decapitados es uno de mis autores favoritos no solo por su hermosa poesía sino también por lo que hizo ya que muchas personas dicen que saben amar o piensan en ello pero realmente no  saben que quiere dar a entender esa pequeña palabra que para muchos es insignificante pero para otros el algo me vale pena dar la vida por ella.

Es verdad que se dice que el autor se sentía un poco enfermo o dicho de otra manera traumado ya que vivía cerca de cementerio de la cuidad y viendo pasar a tantas personas para ir a enterrar a un ser querido y ver el sufrimiento de la familia del fallecido provoco en él un ambiente muy extraño consigo mismo provocando duda o enfermedad al vivir esto casi todos los días de su vida.

Aquí les dejo el último poema que escribió el autor a su amada (Rosa Amada Villegas Morán) antes de realizar dicho acto para unos ya antes mencionado como cobardía pero para otros una acción heroica para su amada ya que muchos lo dicen pero solo un valiente lo hace.

Para mi amada

Cuando de nuestro amor la llama apasionada,
dentro de tu pecho amante contemples extinguida,
ya que sólo por ti la vida me es amada,
el día en que me faltes me arrancaré la vida.

Porque mi pensamiento lleno de este cariño,
que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo,
lejos de tus pupilas es triste como un niño,
que se duerme soñando en tu acento de arrullo.

Para envolverte en besos quisiera ser el viento,
y quisiera ser todo lo que tu mano toca;
ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento,
para poder estar más cerca de tu boca.

Vivo de tu palabra y eternamente espero,
llamarte mía como quien espera un tesoro.
Lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero,
y besando tus cartas ingenuamente lloro.

Perdona que no tenga palabras con que pueda,
decirte la inefable pasión que me devora;
para expresar mi amor solamente me queda,
rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda,
dejar mi palpitante corazón que te adora.

Con este poema me pude dar cuenta de cuánto amo a dicha persona y el dolor que ha de haber sentido al saber que no podía ser posible su gran anhelo de estar con ella, su estilo romántico y modernista del autor hizo de el uno de los grandes iconos de la poesía ecuatoriana considerado así por muchos admiradores, aunque en realidad da un poco de pena o angustia el saber que el arte del Ecuador no se reconozca de buena manera y que esperemos la muerte del artista para poder reconocer la maravilla de sus obras.

1 comentario:

  1. El articulo me parece muy interesante ya que no conocia mucho acerca de este autor.
    Como el articulo dice para muchas personas el haberse matado puede ser considerado un acto de cobardia para otros de valentia pero eso es algo subjetivo ya que todos pensamos diferentes, en mi opinion creo que fue un acto de cobardia debido a que el autor no supo afrontar la realidad y aceptarla.
    Me gusto el comentario del final que dice que muchas veces sobre todo en nuestro país no se valora el arte porque se espero a que el escritor este muerto para reconocer su arte ya que siempre valoramos lo de afuera y no lo de nosotros.

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