viernes, 28 de enero de 2011

El sabio piensa antes de hablar, pero no dice todo lo que piensa...
Es cierto lo que dice esta frase, porque somos varias las personas que hablamos por hablar lanzamos palabras por lanzar sin pensar que deseamos transmitir.
La gente habla por hablar
Si esta sabia frase se pusiera en práctica habría menos enfrentamientos y vanalidades entre las personas hoy se viven en la sociedad climas de discordias y enfrentamientos, es la cultura de la confrontación donde a veces algunos fanáticos de la riña acuden a abogados y son capaces de destruir vidas solo para alimentar un ego vanidoso y pobre.
Ser responsable de nuestras palabras y prudente.
Prudente es quien se guarda parte de sus pensamientos ya que no todo lo pensado puede decirse hay que pensar lo que se dice puesto que la palabra puede ser un arma, una pócima venenosa, un vino que embriaga, un bálsamo que sana, la palabra es el mayor poder que hay en el mundo, puede matar, puede sanar, puede transformar el mundo.

Mi padre siempre me dice, “Piensa antes de hablar” a veces por responder rápido pierdes muchas oportunidades o llegas a lastimar a las personas de la peor manera, sin haberlo deseado.
Las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente.
Las palabras curan o hieren, animan o desmotivan, reconcilian o enfrentan, iluminan o ensombrecen, dan vida o dan muerte.
Con pocas palabras podemos alegrar a alguien y con pocas palabras podemos llevarlo al desaliento y desesperado.


Elaborado por:Roxana Alvarado Acosta

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